"EL PERRO ES EL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE Y EL HOMBRE ES EL PEOR ENEMIGO DEL PERRO ".

11.8.14

Hijos de patas 31.jul.2014 8°programa

El perro y el arte


Prehistoria
Nuestros antepasados, entre los años 30.000 y 15.000 a.C., pintaron o esculpieron animales en grutas como la de Altamira o Lascaux, todavía no se sabe bien porque hacían ,podriamos pensar que estaba relacionado con la magia y sortilegios interpretados en estas manifestaciones , que garantizaban la presa para el futuro que asegurase el sustento, los animales elegidos caballos, bueyes, renos, ciervos.
El perro aparece en estas escenas de caza hacia el 10.000 a. C. como protagonista y ayudante en esa tarea, lo cual se supone que ya estaría domesticado brindándole al hombre su guardia frente a depredadores y ayuda en la caza, obteniendo a cambio refugio y alimento.
Egipto
El dios egipcio Anubis representado por algunos egiptólogos como chacal o lobo, pero luego se comprueba casi seguro que se trataba de un perro, y es probable, que era representado por el galgo egipcio, con una estatura considerable, hocico largo y puntiagudo, orejas erguidas, patas largas y ágiles, cola corta y enroscada.
Se lo descubre por primera en vez en la tumba de Ti, correspondiente a la dinastía V (alrededor de 2600 a.C.), en numerosas escenas de caza, su imagen pintada en murales de la tumba del Faraón, como labrados de figuras caninas en objetos de cotidiano 

Grecia
El más imponente perro conocido en Grecia era un moloso,( Se dice de cierta casta de perros procedente de Molosia.antigua región de Epiro)  tal vez su llegada concidiera con la segunda guerra pérsica (480 a.C.), ya que Jerjes llevaba en su cortejo robustos molosos, y antes de esta fecha no existían.

También están represantados en vasos pintados, juguetes y numerosas esculturas realizadas con  y detalles anatómicos sorprendentes, que indicaban una atención afectiva por parte del artista hacia el animal.
Roma

Los romanos alrededor del siglo I a.C. no tenían muy claro las diferencias entre las razas caninas, donde la utilidad del perro se entremezclaba entre la caza y la guardia, ellos buscaron perros de estatura mediana, más idóneos para las presas pequeñas, aunque con menor velocidad que los lebreles, por otro lado tenían una idea bastante clara lo que era un perro de guardia, aparentemente era una moda entre las familias de mayores recursos este tipo de animales en el hogar, de tal manera que integraban una subraza especial: "perros de familia". 
Los vemos representados en varios mosaicos, como los pompeyanos, que servían como advertencia a los malintencionados con la frase tan popular hasta nuestros días: "Cave canem" (cuidado con el perro).

Hasta la Edad Media, el perro prácticamente desaparece de las representaciones pictóricas. Tal vez esto se deba a la mala imagen que tenían los pintores de entonces de todos los perros vagabundos, agresivos, peligrosos y hambrientos, que devoraban la carroña. También se hace maldito para los musulmanes, simbolizando las fuerzas del mal y de la muerte.

La utilización del perro para la caza contribuye a hacer cambiar de opinión a la mayoría de la población, aunque cabe señalar que a principios de la Edad Media, sólo se explotan las cualidades de agresividad de los perros. De esta manera, el perro vuelve a estar presente en la pintura, rara vez solo sino más bien en jauría. Los pintores suelen representa al rey cazando en compañía de sus perros, a veces muy numerosos, ya que las jaurías pueden agrupar hasta un millar de animales.

Luego con el avance de los siglos el perro volvió a ocupar su lugar como ayudante en la caza a partir del año 800, aunque fueron escasos en la edad media los legados artísticos relacionados con perros.
En el Renacimiento, el perro se humaniza.

Desde fines de la Edad Media, aparece en los cuadros el perro de compañía. Al lado de las damas, sobre sus rodillas o a sus pies, siempre se trata de perros de tamaño más pequeño que los perros de caza. Pequeños lebreles u otros perros enanos parecen suscitar un gran interés en sus amas, que les prodigan muchas caricias. Todas las razas caninas figuran en los cuadros pintados en el siglo XVI, desde los pequeños perros de compañía que pertenecen a las damas y doncellas, hasta los Lebreles, perros refinados y perros de mayor tamaño, que acompañan a sus señores.
Aparece tumbado bajo las mesas durante los banquetes, comiendo lo que le tiran los invitados. De esta manera, alcanza toda su dimensión de animal de compañía. Los artistas de todos los países pintan a estos perros; en Venecia por ejemplo, los Bichons, confortablemente instalados sobre un cojín, se dejan mimar por su dueña durante un paseo en góndola. A pesar de esto, no deja de ser un compañero indispensable para la caza. En ese terreno, los pintores hacen una distinción cada vez más grande entre los diferentes tipos de perros de caza: sabuesos, perros de muestra, etc.
inclusive la iglesia los reivindica con su presencia en pinturas con motivos religiosos.

En esta era se empieza a tener presencia el perro de companía, expresado por el talentoso Ticiano donde retrata a Federico II Gonzaga con la mano, tiernamente, posada sobre un perrito blanco, ajeno a la caza, que puede considerarse antecesor del caniche actual.
Por otra parte, Velázquez y Goya  expresan en sus pinturas la preferencia y cariño que tenían la aristrocracia de la época por estos animales, ya que su presencia en primer plano de sus retratos, indica la importancia que tenían en sus vidas para recibir ese honor de estar presentes en las manifestaciones pictóricas de estos magistrales artistas.

En  "Las pruebas de Moisés", de Boticelli, grabado de la Capilla Sixtina entre el grupo de fugitivos de Egipto, en brazos de un niño, hay un perrito de pelo corto y ojos saltones, con uñas muy largas, los expertos lo consideran un típico "mestizo", no sería para algunos, el perro doméstico ideal pero el largo de sus uñas indica que en algunos hogares florentinos se había empezado a mimar a los perros, hasta el punto de evitarles la fatiga de pasear por las calles, donde las uñas se habrían gastado.
Perros  se hallan en numerosos grabados de la época, pero es el maltés, que aparece en retratos cada vez con mayor frecuencia, sobre todo si se trata de retratos con damas, donde es fácil reconocerlo echado sobre una mullida y suave almohada.
Otras obras muestran a perros libremente ocupados en hacer bulla y piruetas en bailes y recepciones,
lo que confirma que desde hacía tiempo eran bien recibidos en los hogares de la época.
La escultura renacentista no muestra muchos perros. Extrañamente en el siglo XVI y después, cuando adquiere una gran difusión el "bronzetto", bronce de pequeñas dimensiones, que determina el nacimiento de una variedad de animales (toros, caballos, felinos, etc), 
 Posteriormente, aparece Cellini donde los perros forman parte en numerosos obras lo más destacable es la modelación de un sabueso en bronce con tanto detalle y agudeza por parte del artista, que logra una escultura que expresa un retrato del animal, lleno de afecto.
El francés Jean Goujon une en una escultura un lebrel y un grifón, los perros que estaban de moda entre los señores de la época, ya que eran utilizados para el rastreo de la presa en la caza.
Siglo XVII a la Revolución Francesa
En el siglo XVII se aprecia un aumento en las razas caninas, todo se relaciona con la caza, que en la aristocracia se realizaba de tres maneras, con halcón, en el sitio y a la carrera. Luis XIV, el Rey Sol, sus perros predilectos de caza son llevados por pajes en almohadones especiales, este soberano gastaba fortunas en mantener sus jaurías, y su corte tenían sus propios perros de caza, donde los embajadores de otros países quedaban maravillados ante el lujo de esos ritos de cacería y la belleza de los perros.
El Rey Sol, de acuerdo a sus preferencias caninas, encarga al pintor "oficial" de la corte A.F. Desportes, además de su propia figura, donde el soberano aparece junto a un braco y un lebrel (galgo), que seguramente eran los favoritos del rey en la práctica de la caza. El encargo hace de Desportes al primer pintor especialista en perros, éste tambíen se ocupó de retratar en dibujos los spaniels de salón, se cree que no llegaron a ser retratados en pinturas, debido a que el soberano no le interesaban los perros de companía, a los cuales consideraba "inútiles".
Luego aparece J.B. Oudry, quien a su vez recibió el encargo de retratar a otros favoritos de las jaurías reales para preparar una serie de tapices. El museo del Louvre conserva las pinturas, en las que Oudry revela una renuncia a sus naturalezas muertas, para exhibir perros furiosos, en cruentos combates contra lobos y otros animales.
El siglo XVIII, indica una suavización de las costumbres en Francia, donde aparece perros mas tranquilos como malteses y caniches.
En el mismo siglo en Inglaterra, a consecuencia del éxito obtenidos por los temas hípicos y de caza, las representaciones de perros se multiplican, debido a las costumbres aristocráticas de la caza y la consideración hacia los perros, éstos siguen estando presentes en los retratos.
Las pinturas con presencia de perros puede observarse en esta época en pintores italianos, holandeses, alemanes, españoles, donde innumerables perros aparecen en tantos paisajes, vistas de ruinas, playas con pescadores, retratos aristocráticos, campesinos con perros, etc.
En el ámbito de la escultura aparecen grandes lebreles o, a menudo, minúsculos, junto a Dianas cazadoras, fieles guardianes a los pies de difuntos ilustres, en eterna espera sobre una lápida indicando una incondicional fidelidad.
Siglos XIX y XX
Nunca los artistas estudiaron a los perros con mayor atención que en el siglo XIX, olvidada la desaprensividad del siglo XVIII, el perro es cada vez menos un relleno, y pasa a primer plano siendo un verdadero protagonista en la pintura. Los pintores, particularmente,  profundizan su arte en la anatomía, la mirada, las actitudes, en las costumbres del perro. Entre los impresionistas, Claude Monet merece un destacado lugar, aunque tal vez, no haya representado más perros que aquel blanquinegro que posa en el "El hombre de la sombrilla" , uno de los animales más penetrantes de toda la pintura. Monet no toma como modelo al perro del cual fué propietario, pero logra animados retratos de otros caninos.

Renoir fue el artista de esta época que más importancia le da a los caninos en sus obras pictóricas. 
Toulouse-Lautrec, luego de ocuparse de los perros de los aristócratas, se inclina por retratar a los caninos que trabajaban en los circos.
Bonnard y Marquet, ambos se reconocen cinófilos y amante de la belleza de estos animales y los retratan en sus obras públicas y también privadas con sus familias.
Paul Gauguin, consagran su pintura a perros de origen dudoso, sin un pedigree determinado, sino inexistente, llegando incluso a representar tipos cuya clasificación racial se vuelve dificultosa, como en el caso de "Naturaleza muerta con tres cachorros" (ver imagen).
Durante el siglo XIX, la caricatura política alcanzó gran difusión. Unos de sus motivos era la antropomorfización de animales, que en distintos casos los artistas manifestaron seres humanos zoologizados y, con frecuencia, "caninizados" para poner en ridículo algún político al que se quería atacar o poner de manifiesto ciertas actitudes de comportamiento.
Autor: MV Enrique L. Fernández De Vanna

PERROS MENSAJEROS EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

Ya les hemos hablado en varias ocasiones del uso de diferentes animales durante las Guerras Mundiales.
Palomas, abejas, osos han jugado un papel importante en estos conflictos, pero sin duda uno de los grandes protagonistas fueron los perros. Algunos fueron utilizados como bombas, pero otros realizaron una labor diferente.

Los perros fueron utilizados en los dos bandos alcanzando los 30.000 en Alemania y más de 20.000 en Francia. Las razas eran secundarias, de hecho según EH Richardson, comandante de la Escuela de Perros de Guerra británicos, lo único necesario era
“Un fino oído y olfato, sagacidad, fidelidad y un fuerte sentido del deber.”
Sus funciones eran diversas destacando los perros sanitarios y los mensajeros. Los que desempeñaban labores de asistencia, llegaban hasta las trincheras con alforjas llenas de suministros médicos para aliviar a los heridos.
Pero sin lugar a dudas unos de los grandes héroes fueron los perros mensajeros. Cuando las líneas telefónicas no funcionaban la labor de estos animales era vital. Superando todo tipo de obstáculos, a veces incluso gases químicos que les hacían llevar máscaras, llegaban hasta los soldados llevándoles información vital.
Hay dos ejemplos dignos de mencionar. El primero un Setter inglés que durante la Batalla del Marne vio como su dueño y su destacamento quedaban enterrados por tierra y escombros tras la explosión de un proyectil. No sólo intentó sacarlos excavando hasta sangrar sino que, al no conseguirlo, ladró hasta atraer soldados que consiguieron salvarlos.
El segundo Satán que, en la Batalla de Verdún, consiguió salvar a un destacamento francés tras hacerles llegar la información sobre su rescate casi a costa de su vida.


la música  y el comportamiento de los animales

¿Cómo afecta la música el comportamiento de los animales?
La naturaleza inherente de la música es compartida por seres humanos y animales. Las aves y las ballenas son conocidas por componer creaciones musicales que a menudo recuerdan el ritmo, la longitud, patrones y tonos de una canción creada por el hombre. La música puede alterar el ánimo de los animales, reducir el estrés, disminuir el apetito en aquellos que tienen la tendencia a comer de más y como auxiliar en la ansiedad por separación.

Reducir el estrés

La música suave o clásica puede enmascarar sonidos como truenos, fuegos artificiales, el sonido de los camiones en el exterior y puertas que se cierran violentamente, mismos que pueden causar estrés no deseado en animales. Puede también disminuir el ritmo cardiaco y la ansiedad. Las mascotas que sufren de ansiedad por separación se distraen y calman por acción de la música y será menos probable que destruyan propiedad, coman de más y se depriman por desajustes emocionales.

La música clásica es calmante y puede tranquilizar a los caninos que sufren deataques epilépticos. La música puede también estimular y liberar endorfinas ( son neurotransmisores opioides producidos en el Sistema Nervioso Central como moduladores del dolor, reproducción, temperatura corporal, hambre y funciones reproductivas.)y por lo tanto  ayudan en la reducción del dolor ansiedad. También se ha demostrado que la música calma los nervios, relaja los músculos, mejora la digestión e incrementa el sueño reparador.

Los animales tienen un sentido innato de la música
Las aves y las ballenas cantan canciones complejas para comunicarse con sus semejantes. La música afecta a los animales en la naturaleza también. Las ballenas aprenden canciones de otras ballenas. Las ballenas macho cantan para impresionar a sus parejas. Algunas especies de aves cantan duetos para establecer cortejo.

Una nueva investigación realizada por una experta de la Universidad Estatal de Colorado señala que los perros en refugios de animales ladran menos cuando se les pone música de Mozart y Beethoven.


Por el contrario, la música de heavy metal tiene un efecto negativo en los perros, pues induce a temblores nerviosos y a ladridos, además de interrumpir sus horas de sueño.

Los resultados del estudio servirán para el bienestar de los animales en lugares estresantes y podría significar nuevas medidas en el cuidado de perros en refugios y tiendas de mascotas.

Lori Kogan, profesora de la Escuela de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas, reprodujo diferentes tipos de música en un refugio de animales por cuatro meses y grabó la respuesta de los perros. Los géneros estudiados incluían a la música clásica, el heavy metal, y composiciones clásicas psicoacústicas diseñadas especialmente para relajar animales.

Las canciones de cada género eran puestas por 45 minutos mientras se llevaba un registro del comportamiento. Luego de cada género la experta dejaba un período de silencio para observar la respuesta de los perros.

Al comparar su reacción a las canciones con el período de silencio, la experta observó que la música clásica estaba más relacionada con un comportamiento más tranquilo y relajado que el de heavy metal, el cual producía temblores y ladridos.
Debido a que los refugios tienden a ser ambientes estresantes para la mayoría de los perros, poner música clásica podría ayudar a tranquilizar a los animales y aumentar sus probabilidades de ser adoptados.

inghilt∴

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